Salmo 84

Cuán amables son, tus moradas oh, mi Dios
Y cuanto te anhela mi alma

Bienaventurados, los que habitan en tu casa
Por siempre te alabarán

Es mi anhelo alabarte, es mi deseo exaltarte
Yo sólo quiero adorarte, con mi corazón

Porque mejor es un día habitar en tu casa
Que toda una vida estar lejos de Ti
Con mis manos alzadas a Ti cantaré
Toda mi confianza esta puesta en Ti

Señor,               Señor
Señor,               Señor
Señor,               Señor

Scroll al inicio